reclamos del Estado? La distorsión satánica del «poder muy real que Dios le ha otorgado»31 hace del Estado un enemigo peligroso. Mientras César mantenga su lugar propio y limitado en el orden divino de la creación, los hombres pueden obedecerle al mismo tiempo que obedecen a Dios; pero si César reclama para sí lo que sólo a Dios le pertenece, los cristianos están obligados a declararle la guerra. ¡Y en ésta no cabe la neutralidad! Cap. 2:18–29 18 Y escribe al ángel de la iglesia
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